Después de Semana Santa, con la Pascua de Resurrección, viene la primavera vibrante y florida. La naturaleza  se viste de un modo especial. También la naturaleza humana. 

Quitando el tema de las alergias, la alegría de la Pascua dispara la creatividad y hace brotar esas buenas ideas para realizar en un centro juvenil como es el de Naranjoven. Una de estas grandes ideas fue la de preparar un “café teatro” para sorprender a las familias en el fin de curso. 

Cada sábado, en el centro juvenil, si no había una actividad especial, el tiempo se distribuía proporcionalmente entre la acogida (juegos informales), las buenas tardes,  el tiempo de compartir en grupo, los diversos talleres cooperativos y la despedida.

Así pues, la “idea madre” rondaba en torno a un “café-teatro” para fin de curso. Una vez presentada la idea, la imaginación creadora se disparó. Pronto, los “chiquis”, los “preas” y “ados” “rumiaron” estas ideas y cada cual se apuntó a aquella actividad que más le gustaba. Y empezaron los ensayos a corto y largo plazo, entre los que se intercalaba también el lip-dub para la ofrenda floral a María Auxiliadora.

Sin duda, un gran reto para todos, porque había que crearlo, materializarlo y realizarlo. Y así fue surgiendo, con el esfuerzo de los niños y adolescentes guiados por la sabiduría y la entrega de los animadores, la maravilla que han podido disfrutar las familias en esa tarde mágica del Café-teatro.

Es preciso destacar el protagonismo de los “chiquis”, “preas” y “ados”, canalizado por la buena gestión de sus animadores y animadoras. Los niños han tenido oportunidad de desarrollar sus habilidades personales y cooperativas a través de la música, el baile, las escenificaciones, los sketch llenos de humor e ingenio, los monólogos y guiones… Y esto ha significado, no sólo dar una grata sorpresa a las familias o pasar un buen rato, sino también, “el desarrollo de la personalidad autónoma, apta para la colaboración” de los niños y niñas y adolescentes que han participado. 

Todavía resta la salida al “parque de atracciones” y el campamento  para completar un año de paulatino crecimiento en medio de las dificultades, abierto siempre a la esperanza.