El domingo día 12 de junio, la liturgia celebra la Solemnidad de la Santísima Trinidad. En esta fiesta tan significativa, la Obra Salesiana de Fuenlabrada se llena de alegría y se une en torno al altar para dar gracias a Dios con Sergi, en su primera misa aquí en nuestra parroquia.

El sábado día 11,  en el santuario de María Auxiliadora de Atocha, Sergi, y Jesús María eran ordenados sacerdotes, junto a otros cuatro jóvenes salesianos que fueron ordenados de diáconos. Presidía la celebración don Carlos Osoro, arzobispo de Madrid y cardenal.

Sergi ha estado colaborando en la Obra salesiana de Fuenlabrada todos los fines de semana, durante estos dos últimos años. Colaboraba en el Centro Juvenil y este último curso, además en la parroquia, ejerciendo de diácono.

Por eso, en este día tan señalado de la Santísima Trinidad, hemos disfrutado de la presencia de Sergi, junto con su familia, en su “Primera Misa”. La comunidad parroquial se ha unido a Sergi en la acción de gracias. Los niños, adolescentes y jóvenes del Centro Juvenil han hecho las moniciones, las lecturas, las ofrendas y han animado con sus cantos y gestos, la participación de todos.

Al final de la eucaristía, acción de gracias a Dios por excelencia, Sergi expresó unas palabras de gratitud, que recogieron el espíritu de servicio gratuito, de alegría y esperanza, sembrados durante este tiempo de su estancia aquí en la Obra Salesiana de Fuenlabrada. Eso sí, con la mirada llena de esperanza y puesta en el futuro.

La alegría del Reino de Dios que germina y se desarrolla en el corazón de las personas, inundaba el templo. Esta alegría nacida de los misterios que acabábamos de celebrar y cargada de emociones, se expresaba de un modo especial en la entrega a Sergi de unos regalos que el Centro Juvenil, grupo de catequistas, ADMA y Cooperadores habían pensado para él.

En la entrevista difundida en las redes sociales que le hicieron a Sergi, éste había expresado claramente su misión sacerdotal. Sergi se define como salesiano sacerdote, queriendo significar la prioridad de los jóvenes (misión salesiana) a quienes es enviado como sacerdote. Le deseamos, pues, un sacerdocio fecundo y generoso en la entrega al servicio de los jóvenes, especialmente los más necesitados.

Jaime Alonso