Promesa de seis salesianos cooperadores

Promesa de seis salesianos cooperadores

El 26 de junio, la comunidad parroquial de María Auxiliadora de “el naranjo”, celebró de un modo especial la eucaristía del domingo. “Especial” porque en ella hicieron su promesa como salesianos cooperadores, seis seglares de nuestra Obra Salesiana de Fuenlabrada: Jorge García, Miguel Quevedo, Esmeralda Lorenzo, Esther Piña, Raúl Villamediana y Virginia Zamarro. Por eso, hoy la familia salesiana y la sociedad en la que vivimos, tienen motivos para estar de fiesta. Una fiesta que nos provoca júbilo y nos transmite esperanza.

En la sociedad actual, llama la atención que un grupo de personas seglares hagan comunitariamente “una promesa” solemne. No como algo privado, sino como algo que tiene trascendencia pública y comunitaria. Por eso nos preguntamos ¿qué significa esta promesa? ¿En qué consiste? 

Sencillamente, en el contexto de la vida cristiana, es la respuesta a una llamada de Dios. Es por tanto, una vocación. Y esta respuesta no es cualquier cosa. Tiene un precioso contenido vital y espiritual, al mismo tiempo personal, familiar y comunitario. Y es que la Promesa del Salesiano Cooperador son “tres caras de un mismo prisma”. 

La primera cara, expresa un compromiso de fidelidad a Dios, que es quien les ha llamado a vivir el Evangelio de modo concreto en la Familia Salesiana. La segunda cara, es un compromiso de fidelidad a la Iglesia, que los recibió como hijos, los alimentó en su vida cristiana y ahora los invita a participar de manera corresponsable en su misión de salvación de la juventud. La tercera cara, es la expresión de la “voluntad de pertenencia fiel” a la Asociación de Salesianos Cooperadores.

¿Cómo les habló Dios para llamarles a ser cooperadores salesianos? ¿Cómo sintieron ellos esa llamada de Dios? ¿Qué pasó en los entresijos de su vida?… La respuesta es más sencilla de lo que podríamos imaginar. Como quien dice, “se han criado” en el Centro Juvenil. Ya sus padres estuvieron en el Centro Juvenil. Luego ellos, primero como niños, posteriormente, como animadores. El “carisma de don Bosco”, que es un don de Dios para bien de la Iglesia y de la sociedad, fue calando en ellos, creando en su interior una fuerte identidad. Además, en la vida de la parroquia siempre estuvieron ligados y comprometidos con la familia salesiana en “comunidades de fe y vida”, ya como participantes, ya animando algún grupo. De este modo, su vocación fue desarrollándose y madurando, hasta que llegó el momento de hacer planteamientos de compromiso y tomar decisiones… 

Y ahí les tenemos con su testimonio y su ejemplo, con ese magnífico lema tan salesiano: “La santidad consiste en estar siempre Alegres”. Un ejemplo que no deja de ser una llamada también para cada uno de nosotros. ¿Lo he pensado alguna vez?

Jaime Alonso López

RETIRO ESPIRITUAL DE LA OBRA SALESIANA DE FUENLABRADA

RETIRO ESPIRITUAL DE LA OBRA SALESIANA DE FUENLABRADA

El sábado, día 13 de marzo, la Obra salesiana de Fuenlabrada, hizo un alto en el camino de la cuaresma para orar, reflexionar, contemplar, compartir en grupo, celebrar… la fe, la esperanza y la caridad.
La Obra salesiana de Fuenlabrada, a través de las “fuerzas vivas” (Centro Juvenil, Parroquia, Grupos, comunidades, Cooperadores, Hogares Don Bosco, ADMA) de la Obra, se tomó en serio el camino sinodal propuesto por el papa Francisco como signo de una “Iglesia en salida”.
Es el signo de una Iglesia que, perseverando en la oración, toma el compromiso vivo de ser testigos del Amor de Dios para las personas en esta sociedad en crisis y en estas duras circunstancias de Pandemia.
Ha habido una positiva participación de 50 personas en una jornada que empezaba a las 10:00h con una oración, seguida de tiempo de reflexión, tiempo de compartir en pequeños grupos y la Eucaristía, al fin de la mañana.
Por la tarde, desde las 16:00h, un tiempo de reflexión y otro tiempo de compartir en el templo la fe, la plegaria y los compromisos para vivir la pascua con uno mismo, con la familia, con la sociedad, con Dios.
A las 19:00h, desinfectábamos el templo, para dar paso a la gente que viene al rosario y a la Eucaristía de la tarde.
Los participantes de esta jornada rica en gracias y experiencias vivas de fe y compromiso, han marchado a sus casas conscientes de llevar consigo un tesoro que esperamos dé sus frutos.

Jaime Alonso López